miércoles, 9 de julio de 2014

La conspiración del sexo de Iker Jiménez

Curiosidad y estupor. Eso es lo que siento tras conocer que la “conspiración del sexo” será protagonista del próximo Cuarto Milenio. Un amigo me ha pasado el enlace a la reflexión que Iker Jiménez realizó en el últimoprograma y en el que dejaba caer el tema de la “hipersexualización de la sociedad”. En el panegírico final alertaba que, entre los términos más buscados por internet por los niños de 10 años,  están “pornografía” y “sexo”... ¡Qué horror! (como si nuestra generación no hubiera hecho lo mismo con las revistas de nuestros progenitores) O que la perdida de materia gris (la cerebral) está relacionada está relacionada con el consumo diario de pornografía… jajajajaja!!!
Amigo Iker, como sabrás, he dirigido durante los últimos cinco años una de las revistas eróticas más populares del mundo, PENTHOUSE. Durante ese periodo he consumido pornografía a diario y, te aseguro, que mi cerebro sigue intacto. Sólo un poco más viejo pero aún sé pensar. Tu comentario -déjame que te lo diga sin acritud- me ha recordado aquel  consejo religioso tardofranquista que aseguraba que “cascársela” te dejaba ciego. Por si no lo sabías no es verdad... sólo he perdido algunas dioptrías y supongo que será por la edad.
No temas. No hay conspiración del sexo, lo que hay es una escasa cultura sexual por parte de la sociedad.  Y no hay conspiración porque los lobbys del sexo están de capa caída. La llegada de internet y la proliferación de servicios sexuales a distancia les ha cogido por sorpresa y, como en el misterio, aún están intentando encontrar su nicho de mercado en la red de redes. 
No hay conspiración, lo que hay es un ajuste de las relaciones sociales, por desgracia cada vez más virtuales porque, como todo en la sociedad actual, lo queremos ya y sin esfuerzo alguno. Eso hace que la gente no folle, que se quede en casa cascándosela en lugar de relacionarse como las personas humanas. A las estadísticas me remito, las sociedades más castradas -y España lo ha sido- hacen menos el amor.
La “pornografía” es como la “masonería”. Me explicaré… No hay una. Hay de muchos tipos: porno tradicional, postporno, para mujeres, fetichista, gay, BDSM, etc… así que claro que encontrarás depravación y humillación... si eso es lo que buscas. El mercado del sexo es tan amplio como las fantasías humanas. Que yo juegue en mi PlayStation al Battlefield no me legitima a que luego salga pegando tiros a la calle a todo bicho viviente, del mismo modo que ver un bukake debe suponer que quiera correrme en la cara de mi partenaire sexual. Fantasía y realidad –si no hay un problema psicológico de base- están separadas para la mayoría de los mortales.
Tampoco la mayor industria pornográfica radica en Japón –donde por cierto se excitan chupando pomos- sino en los países del Este, Hungría y República Checa son sus paraísos y allí se ruedan gran parte de las películas con actrices españolas, por si no lo sabías.

Aunque eres libre de meter en tu programa los contenidos y a las personas que te dé la gana –que para eso eres el capo- mi opinión es que hay misterios y conspiraciones maravillosas que tratar antes que adoctrinar sexualmente a los seguidores del misterio. Y si tanto te preocupa el sexo, dedícale un programa a los chupapollas del misterio que los hay, y muchos; a los que prostituyen nuestros temas a cambio de popularidad o pasta; a los que vetan opiniones y personas por no estar de acuerdo ideológicamente. Esas sí son unas "pedazo de conspiración".

Por Josep Guijarro