A principios de octubre de 2011 la prensa de medio mundo se hacía eco de titulares como este: “México revelará ‘evidencias’ de contacto entre mayas y extraterrestres en un documental”. Tan rotundos y sensacionalistas eran las informaciones que muchos –entre ellos yo mismo- pensamos que se trataba de una campaña viral para favorecer el turismo en México y Guatemala, dos de los enclaves donde floreció la fascinante civilización maya.
Y lo pensé porque entre quienes dieron publicidad a la noticia se hallaba el Secretario de Turismo del Estado mexicano de Campeche, Luis Augusto García Rosado. ¿Quién mejor que él para impulsar el turismo arqueológico en México?
El documental, según la prestigiosa agencia de noticias Reuters iba a ser producido por Raul Julia Levy y dirigido por Juan Carlos Rulfo.
El actor Raul Julia precisaba en la nota que “México revelará códices, artefactos y documentos importantes con evidencia de contacto entre extraterrestres y mayas, y toda esta información será corroborada por arqueólogos” y que contaban con el permiso de realizar el documental del mismísimo presidente de Guatemala, Álvaro Colom Caballeros. No podía dar crédito.
Algo más explícito era el site especializado en cine The Wrap donde se afirmaba que el documental llevaría por título Revelaciones mayas del 2012 y más allá, y se hacía referencia también a lo dicho por el nuevo Secretario de Turismo de Guatemala, Guillermo Novielli Quezada: “Guatemala, como México, hogar de la civilización antigua pero avanzada de los mayas [...] ha mantenido ciertos descubrimientos arqueológicos clasificados, y ahora cree que es tiempo de revelar esta información en un nuevo documental”. ¡Muy fuerte! En la misma línea se hallaban las declaraciones del Secretario de Turismo del Estado mexicano de Campeche, Luis Augusto García Rosado, quien en entrevista telefónica aseguraba que existen evidencias del “contacto entre mayas y extraterrestres, apoyada en traducciones de ciertos códices, que el gobierno ha mantenido segura bajo bóvedas subterráneas por mucho tiempo”, y añadía que también que hay “pistas de aterrizaje de 3 mil años en la selva”. ¿Comooooor? Tuve que mirar dos veces por si alguien había metido alguna sustancia alucinógena en mi taza de café. Que el gobierno mexicano admitía contactos alienígenas en el pasado y que las había escondido en bóvedas subterráneas… Alguien trataba de tomarme el pelo. Si eso era cierto ¿cómo era posible que nadie hubiera filtrado nada a lo largo de tantas décadas? Ni en Roswell se consiguió el silencio total por compartimentada que estuviera la información. Algo no encajaba.
Si se trataba de un viral se la habían calzado a medios tan importantes como The Guardian, Huffington Post o el Mercurio de Chile entre otras tantas decenas de medios más.
El ambientillo que se respiraba era como el de mediados del 9, cuando un individuo llamado Santilli aseguraba disponer de las imágenes de una autopsia alienígena e inundó la red de rumores. Si algún mérito tuvo aquella operación de la muñecopsia es que todos andábamos buscando y compartiendo nuevos datos así como conociendo intrigas.
En Los 32 rumbos publiqué entonces una información que podía encerrar alguna clave: Países del Mundo Maya esperan atraer a 50 millones de turistas. La máquina del 2012 no era un calendario sino una máquina de hacer dinero. ¿Podía ser la clave que se escondía detrás de estas sensacionales declaraciones?
Otra posibilidad era que el documental, en realidad, fuera la materialización de un proyecto cinematográfico maya de Raul Julia Levy que originalmente estaba pensado como una obra de ficción, bajo el título de “Crónicas del Túnel Maya”, un proyecto de novela que el mismo Julia Levy estaba escribiendo… Era necesario ver alguna imagen y, para ello, era preciso armarse de paciencia.
Con excepción de The Wrap el asunto fue cayendo en el olvido, sin nuevas declaraciones y lo que es más sorprendente, sin desmentidos. Es decir que si Belén Esteban se separa de Fran le ponen una cámara que le hace un exahustivo seguimiento hasta cuando caga pero si se trata de un dato tan trascendental como la posibilidad de que en un remoto pasado la humanidad contactó con seres de otros planetas pues no se sigue el hilo… como si fuera una serpiente de verano, pero en este caso en invierno.
En un post anterior incluí las primeras imágenes de los supuestos artefactos mayas que iban a ser presentados como evidencias del contacto entre esta mítica civilización y seres de procedencia extraterrestre. Con todas las cautelas las presenté en dos congresos, tanto en Villena como en Gran Canaria donde levantaron pasiones entre los aficionados a los “antiguos astronautas” pero, ¿eran realmente lo que parecían?
La búsqueda en internet no daba sus frutos hasta que se me ocurrió tomar un fotograma y utilizar una herramienta que Google incorpora en su menú “imágenes”. Junto al cuadro de búsqueda hay un icono con una cámara fotográfica que permite subir una foto y el potente buscador trata de encontrar analogías. Supe de este modo que las imágenes procedían de un curioso personaje llamado Nassim Haramein. Es un científico autodidacta nacido en Ginebra (Suiza) en 1962 conocido por su búsqueda y construcción de una teoría unificada de la estructura del universo. Bueno, ahorro al lector lo que eso significa, porque estoy convencido que no lo sabe ni él. En cualquier caso su conferencia en Alemania me ayudó a cerrar el círculo porque allí afirmaba que el cataclismo intelectual que suponen estos artefactos podría tener su epicentro en la ciudad maya de Calakmul, en Campeche mexicano.
En efecto, esta ciudad prehispánica del período preclásico comprende todo un complejo de 30 kilómetros cuadrados lleno de monumentos y vestigios que la convierten en una de las mayores conocidas del reino maya. Fue descubierta en 1931 y por su extensión presentó dudas al identificar cuál era su centro de poder. Calakmul está siendo estudiada ahora por un proyecto del Instituto Nacional de Arqueología e historia de México.
Todo presagia, pues, que el documental puede ser un bombazo… de no ser porque las imágenes… HAN DESAPARECIDO. ¿Conspiración?
Me temo que se trata de algo más mundano.
El pasado 9 de mayo, el portal The Wrap volvía a la carga con informaciones relacionadas con el documental “Revelaciones de los mayas 2012 y más allá” pero, en este caso, para decir que la productora ejecutiva, la conocida escritora y filántropa norteamericana Elizabeth Thieriot se habría fugado del rodaje con dos docenas de discos duros y diez torres de computadoras que contenían el material visual del film.
Uno de los documentos presentados por el productor mexicano redactada por la licenciada del ministerio público de Campeche, Angélica Concepción Hernández, dirigida al Procurador General de Justicia de Campeche, Renato Sales Heredia, para solicitar la colaboración de las demás procuradurías mexicanas en lo siguiente:
“1. Localización y presentación de los ciudadanos Elizabeth Thieriot y/o Elizabeth Ligia Thieriot, Emiliano Chaparro Martínez y Eduardo de la Cerda efecto de que rindan su declaración ministerial en el entendido de que una vez concluyan la diligencia se podrán retirar de las instalaciones de la Procuraduría que corresponda.
2. Así como el aseguramiento de los bienes: CPU (maleta de color negra de dos niveles) que en su interior cuenta con 24 discos duros (doce en cada nivel) y diez torres (sirven para guardar información de los discos duros) mismos de la marca Pegaso.”
De acuerdo al documento original de la querella número de expediente CCH-2453/1ERA/2012, Raúl Julia Levy declaró que las habitaciones del hotel Don Gustavo utilizadas por los miembros de la producción del documental y sus respectivos salarios fueron pagados desde su cuenta del banco Chase Manhattan Bank a nombre del documental “Revelaciones de los mayas 2012 y más allá”. El productor alegó que la productora Elizabeth Thieriot disponía de una tarjeta bancaria afiliada a la cuenta del documental que le permitía disponer unilateralmente del dinero.
Al mediodía del 14 de Abril, Raúl Julia Levy recibió un sorpresivo mensaje de texto del Chase Manhattan Bank comunicándole que en la cuenta del documental sólo quedaban 4,57 dólares. ¿Donde estaban los 80.000 dólares que según el actor mexicano debían haber? Se habían esfumado.
Se había quedado sin pasta, sin película y… sin permisos. Sí porque según divulga el portal losdivulgadores.com, Ramón Carrasco, director del proyecto arqueológico de Calakmul del INAH escribió una carta a la productora Elizabeth Thieriot en los siguientes términos:
“Le informo que los permisos de filmación otorgados por el INAH fueron dados a Julia Levy, por lo cual, la filmación en la isla de Jaina invadió terrenos federales incurriendo en un delito grave de carácter federal, según la legislación mexicana vigente. Sólo me resta sugerirle que informe a su equipo legal, que entregue este material a Julia Levy ya que de no realizarse se incurriría en la violación de los acuerdos previos generando una demanda dentro de los tribunales correspondientes en México, así como en Estados Unidos de América”.
El culebrón siguió más tarde al conocerse la denuncia de Thieriot al magazine The Wrap por difamación. La demanda, presentada ante una corte de Los Ángeles, exige cerca de un millón de dólares por daños de imagen.
En la demanda, la productora ejecutiva sostiene que todas las acusaciones de Raúl Julia Levy son falsas y relata que
ella es la fundadora de la empresa R&E Productions, que es la que legalmente produce y controla todos los derechos relacionados al documental maya-extraterrestre. Elizabeth Thieriot sostiene además que ella es la única inversora de la empresa y que fue ella quien financió enteramente el documental.
Raúl Julia Levy era el encargado de adquirir, con el dinero invertido por Thieriot en R&E, los equipos para la realización del documental. Thieriot alega que fue informada que en los días previos a su llegada a México, Raúl Julia Levy utilizó al equipo técnico del documental para filmar entrevistas sobre temas no relacionados con el mismo.
Luego de 4 días de filmación, el equipo del documental se desplazó a Campeche dónde el productor Julia Levy decidió detener misteriosamente el rodaje supuestamente porque no pudo obtener un visado para entrar a Guatemala, próximo lugar de filmación del documental.
Después de este incidente –asegura la filántropa- acordaron detener la producción del documental y el productor mexicano fue relevado de sus responsabilidades al frente del proyecto.
La expectativa del público continúa siendo enorme por lo que no sabemos si el documental verá o no finalmente la luz.
Seguir a @josepguijarro
No hay comentarios:
Publicar un comentario