¿En qué cree usted aunque no pueda probarlo? Esta sugerente pregunta fue formulada por el escritor John Brockman a 120 científicos de élite.
Brockman pretendía dar respuesta a una inquietud interior, ¿tienen los científicos lo que Diderot llamó “espíritu de adivinación”, es decir, podrían suponer las grandes mentes de nuestro tiempo conocer la verdad antes de que hayan evidencias o argumentos para probarlo. Los resultados son todavía visibles en internet, en www.edge.org aunque son sólo el inicio. Brockman pretende que medios electrónicos como Google o periódicos impresos como el New York Times se sumen a la iniciativa y alimenten una base de datos con respuestas.
Brockman asegura que los científicos piensan y se preocupan por otros campos más allá de sus especialidades así como en conocer y comprender los límites de la ciencia.
La encuesta, qué duda cabe, nos ayuda a comprender los pensamientos íntimos de los científicos; así, por ejemplo, el físico teórico Lee Smolin duda de que el Big Bang sea el principio del tiempo. “Tengo la fuerte sospecha de que nuestra historia se extiende mucho más atrás”- escribe el científico.
De forma parecida su colega Lawrence Krauss intuye que “hay un número enorme, tal vez infinito de universos, y algunos pueden estar experimentando Big Bangs en este momento”.
De las 60.000 palabras reunidas por edge llaman la atención las de Craig Venter, conocido mundialmente por su iniciativa privada de secuenciar el genoma. Para él, “la vida en nuestro planeta ha evolucionado a partir de microbios llegados del espacio” o las del físico Paul Davies que considera que “la vida bulle en el universo, y que por razones más bien trascendentes es capaz de conectarse con los mecanismos básicos del cosmos y resonar con el orden matemático oculto que lo hace funcionar”. Toda una declaración de principios./JOSEP GUIJARRO
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