viernes, 10 de febrero de 2012

Crónica de una muerte anunciada

Toda vez que ayer conocimos la magnitud de la catástrofe laboral que se avecina, un ERE que afecta a 99 empleados de MC Ediciones y un creciente número de acreedores, ya no son 575 sino que ya alcanzan los 900, cabe preguntarse: ¿Qué hay de lo mío? Y, sinceramente, como dice el gran Torrente después de tirarse un pedo: “más vale fuera que dentro”.
Me explicaré: Los que tengan la “suerte” de quedarse se enfrentan a una reducción de su sueldo del 30% y si la empresa, al final de todo este calvario, termina en liquidación... al otro lado sólo está el abismo, la negrura... como les ha pasado a los compañeros de concurso de COEDIS. [Quienes, por cierto, aguantan en el polígono sin calefacción, luz o internet y sus activos valen menos que el bono basura]
Opción dos: Como dijo la “faraona”, nuestra Lola de España: “si me queréis irse”. Pues eso, yo quiero mucho a MC Ediciones, quiero mucho –más de lo que imagináis- a mis dos revistas y, en modo especial, a mi Rutas del Mundo, pero porque os quiero... me voy. Al menos, sé donde estoy (en el paro cobrando cada mes) y OPEN a ofertas, ya sea por trabajos de cuenta propia o ajena, con ganas de acometer nuevos proyectos o –si se diera el caso- de continuar con este “activo-inactivo” que es mi revista (doy por muerta Penthouse porque es un franquiciado) en otra empresa editorial. Y es que me resisto a creer que 76 cabeceras de éxito vayan a morir así.... de un plumazo... sin que nadie haga nada por capitalizar estos activos.
El refranero español es sabio. Hay una de esas frases que dice: “Vales más por lo que callas que por lo que hablas” y, tras un mes de pasillos, corrillos y “conspiraciones” en MC Ediciones, me doy cuenta que debo valer mucho... porque tengo mucho que callar.
Y en eso se basa la estrategia de la defensa. En poner sobre la mesa las cosas “inconfesables” para llevar a buen puerto el concurso y no terminar ni en liquidación o, en el peor de los casos, un Concurso Culpable. Bonito palabro ¿verdad?
Según el artículo 164 de la ley concursal vigente, el concurso se calificará como culpable cuando concurra cualquiera de los siguientes supuestos:
1.º Cuando el deudor legalmente obligado a la llevanza de contabilidad incumpliera sustancialmente esta obligación, llevara doble contabilidad o hubiera cometido irregularidad relevante para la comprensión de su situación patrimonial o financiera en la que llevara.
2.º Cuando el deudor hubiera cometido inexactitud grave en cualquiera de los documentos acompañados a la solicitud de declaración de concurso o presentados durante la tramitación del procedimiento, o hubiera acompañado o presentado documentos falsos.
5.º Cuando durante los dos años anteriores a la fecha de la declaración de concurso hubieran salido fraudulentamente del patrimonio del deudor bienes o derechos.
6.º Cuando antes de la fecha de la declaración de concurso el deudor hubiese realizado cualquier acto jurídico dirigido a simular una situación patrimonial ficticia.
El Colectivo Ronda y los acreedores externos sabrán si pueden “tirar de la manta” para imponer esa frase tan cinematográfica de... “seguro que hay otro modo de arreglar lo nuestro, ¿verdad?”. Cabeceras que cambian de editor, activos en paraísos fiscales y un montón de pequeñas irregularidades contables... Podría dar nombres... pero todo a su tiempo.
Es bueno en este punto hablar de lealtad. Porque un servidor se ha partido la cara por sacar adelante sus dos revistas y para que sus colaboradores cobren (aunque sea tarde y mal), ha vendido credibilidad en el mercado para que los anunciantes provean y he buscado calidad para mis lectores dentro de las limitaciones de esta Gran Editorial Low Cost. ¿De qué forma se me gratifica? Pues, según se deduce de los movimientos de la empresa; maquinando un plan B que ponga a salvo a las cabeceras en otra sociedad o sociedades y echándome a la calle por 1 o 2 días de indemnización (eso es lo que vale para MC Ediciones nuestros puestos) porque del resto “ya se encargará en FOGASA”. ¡Manda huevos! Muchas gracias.
A la reunión (previa a la asamblea) que los representantes de la empresa mantuvieron con nuestros abogado, no se dignó a acudir, por cierto, ninguno de los administradores hoy intervenidos, ni el señor Nadal, el carisísimo abogado de la empresa... ¿Eso es lo que valemos?
Vamos al morbo. Según consta en la Memoria Económica del ERE la empresa justifica la medida “por una bajada de las ventas y una pérdida de la publicidad” (...) y “la drástica restricción crediticia por parte de los bancos que se empezó a producir en 2008, pero que se ha manifestado de forma acuciante durante 2011, a resultas de la falta de liquidez de los propios bancos como consecuencia de la actual crisis y también de las fusiones de las entidades crediticias que ha resultado en un recorte del riesgo para evitar las consecuencias derivadas de su concentración como efecto de dichas fusiones” (...) solicita la extinción de 99 contratos de trabajo y la reducción del 30% de la jornada y sueldo de 67 contratos””.
El plan de viabilidad incluye a 14 revistas (no 10 como se dijo inicialmente) y justifica la drástica reducción de número de cabeceras debido " fundamentalmente a la situación concursal, ya que la sociedad no puede contar con ningún tipo de financiación externa [pero si antes del concurso YA HABÍAMOS PARADO!!!!!] y debe acometer los gastos corrientes de proveedores (...) la situación (de terorería) sólo permite la fabricación de un número reducido de publicaciones, de forma que concentrará todos sus esfuerzos en aquellas publicaciones con mayor margen de contribución, generando un elevado ahorro de costes en todos y cada uno de los conceptos".
"En consecuencia -sigue la memoria- de dicho plan se hacen evidentemente excedentes todos aquellos trabajadores adscritos a las cabeceras suprimidas así como queda reducida la actividad de los trabajadores de almacén y de administración". Es decir que los listos me han metidos en las listas ¿no?
Hablando de listos y de listas. Las últimas no figuran en la memoria y, aunque figurasen, habrá que negociarlas con el comité, la administración concursal y la empresa. De los listos, me ha llamado poderosamente la atención el cero patatero de derechos de autor. Los colaboradores tendrán que estar al tanto de lo que se publica en el futuro por aquella clausula presuntamente abusiva de cesión de derechos por si o por terceros... vaya a ser que se cuenten como activos el fondo editorial de los colaboradores sin haber cobrado su trabajo de de un año a esta parte.
Me permitiréis que así a bote pronto no opine más sobre los números de los anexos... eso serán deberes para mañana porque todo hace presagiar que estemos como el título de la novela de Gabriel García Márquez: “Crónica de una muerte anunciada”.

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