A otra cosa mariposa.
Volveré a decirlo: InsideMC no soy yo. Mi “guerra” es otra. Nunca me he valido de subterfugios, ni graffitis en los baños, ni octavillas, ni anónimos, ni falsas identidades. Soy, como dirían en inglés; what you see is what you get (lo que ves es lo que hay). Diáfano, transparente, alguien en quien confiar que presume de estar bien informado. Confieso que en los últimos cinco años no participé de conversaciones más allá de lo estrictamente profesional (yo a la editorial vengo a trabajar y no a hacer amigos) y no conocía ni a la mitad de los nombres que ahora tengo referenciados en mi bandeja de entrada. Pero me he puesto al día rápidamente, os lo aseguro. Y como sé lo que tengo entre manos, haciendo gala de mi ADN periodístico, sólo publico lo que puedo demostrar con pruebas documentales y testifícales. Conste en acta.
Digo esto porque ya son dos las personas que me han dejado caer si sé dónde me estoy metiendo. Mi respuesta es clara: No he faltado a nadie, no he menospreciado a nadie y, además, no puedo perden nada porque NADA tengo. Estoy en la mierda, teniendo que malvivir, renunciando a mi forma de vida y renegociando el alquiler de mi casa para poder pagar los gastos y comer. Lo que quiero es mi dinero, que este proceso termine pronto y empezar una vida nueva. ¿Es tan difícil entenderlo? Pero, a diferencia de “otros” yo lo digo todo a la cara, sin MIEDO. ¿Si estuvieras en “el lado oscuro” de quién te fiarías más: de quien te canta la caña a la cara, o de quiénes a sus espaldas me pasan la información para empurarles? Ahí lo dejo caer.
Y quiero aclarar esto porque soy consciente de que muchos, tanto del “lado oscuro de la fuerza” como de los “guerreros de la luz”, me relacionan con InsideMC desde que el pasado viernes revelara que me había reunido con este personaje y os adelantara en este foro que iba a publicar un blog donde iban a darse a conocer algunas claves de este reallity show para los que 140 caracteres -de Twitter- se quedaban cortos.
El primer post no defraudó. Se publicó una fotografía de un "santo varón" y se preguntaba si alguien conocía al personaje. En pocos minutos, llegaron las respuestas. Es una lástima que no pudiera guardar la página porque algunos post eran “jugosos”. Y digo guardar porque si entráis en el blog constatareis que ahora no están. La última entrada decía que un correo enviado por un despacho de abogados de Madrid que decía representar al “hombre de la foto” solicitaba la supresión de la imagen de su “cliente” por tratarse de una “intromisión ilegítima en el derecho a la propia imagen de nuestro Cliente recogido expresamente en el artículo 18.1 de nuestra Constitución Española y desarrollado en la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de Mayo, de Protección Civil del Derecho al Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen”. Os ahorraré el resto del palabrería jurídica porque es un rollo... la consecuencia, en cualquier caso, la conocéis todos. Un contorno negro conducía a la web profesional de este otro “abogado”, al que llamaremos TR (Testa Rosa), por si se les ocurre también mandarme requerimientos a mi, y que presuntamente está relacionado con todo este asunto que tenemos entre manos.
Así que alguien se dio por aludido y... Dicen en mi pueblo que “quien se pica es porque ajos come”.
No ha sido el único en picarse en este agitado fin de semana. El sábado leí un mail del director de negocios digitales de MCLifestyle (antes Focus) en el que se me decía que “las ediciones digitales de Focus se hacen desde nuestro departamento en Madrid, como siempre se han hecho, y sin dependencia alguna de Iosvany”. El comentario venía al caso de mi editorial anterior en la que explicaba que, según la Memoria del ERE presentado, se deducía que el departamento web desaparecía. Y quiero precisar que, si bien incluir el nombre de Iosvany es una licencia porque, como he dicho por activa y por pasiva, no hay listas aprobadas hasta que estén firmadas por Dios, es cierto que si se aprueba el plan de viabilidad el departamento web desaparecerá porque podemos leer:
Ya he dicho más de una vez que no hay peor ciego que el que no quiere ver y Dios determinará quien dice la verdad si la luz o la oscuridad... Como admirador que soy de los Expedientes no me queda claro hoy si la Verdad está ahí fuera (the truth is out there) o, por el contrario the truth is inside.
Mañana, por cierto, hablaré de abogados.... De los nuestros, de los de la empresa que, por cierto, nos considera "Soviets" y de algunos más...
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