jueves, 23 de febrero de 2012

Deep throat

No penséis mal lo de deep throat (garganta profunda en inglés) nada tiene que ver con la película pornográfica de Gerard Damiano (1971), ni tampoco con W. Mark Felt que, como sabéis fue el informador del escándalo Watergate que supuso la caída de Nixon. Este presidente norteamericano tenía un sistema de grabación de cintas magnéticas en sus oficinas y habría grabado una gran cantidad de conversaciones dentro de la Casa Blanca. Las cintas, conocidas como "The Smoking Gun" ("la pistola humeante"), mostraron que Nixon había obstruido a la justicia y robado en la sede del Comité Nacional del Partido Demócrata el 17 de junio de 1972.
El serial de MC Ediciones tiene algo de garganta profunda y de pistola humeante (Debo tener la mente enferma porque no dejo de pensar en símiles sexuales). Los abogados de la empresa se afanan en desmontar la “red de espionaje”, dicen conocer la procedencia de los ¿mails?, y hasta se apresuran en proporcionar nombres... Ignoro hasta qué punto pueden arrogarse ese derecho porque si tienen pruebas de ello, lo lógico sería que lo denunciaran a la justicia y, si no lo es, que callaran. Pero puede darse el caso de que no lo denuncien porque la naturaleza de la información sea “sensible” y no les interese que Dios lo compute en contra de sus intereses. Es una especulación de esta mente enferma.
Y digo enferma porque Gabriel Nadal me calificó de “diarreico de la pluma” hace sólo unos días y, hasta donde yo llego, la diarrea (del griego d??????a-diárrhoia) es una alteración de las heces, en cuanto a volumen, fluidez o frecuencia en comparación con las condiciones fisiológicas. Y si bien es cierto que algo huele a mierda en todo esto... le aseguro que no soy yo. Mi pluma, se contiene muy bien y no “sugiere fantasías” sino que opina (que es un ejercicio libre aún en este PPaís cada vez más B/N) en función de la realidad que le circunda.
Se equivoca cuando dice que “No em vist mai un animus ofendendi tan elevat”, mi deseo, como el del resto de trabajadores y acreedores, es poder salir cuanto antes de esta incómoda situación que afecta a los sentimientos de todo el mundo y no sólo de sus clientes. Se lo diré en latín, ya que le gusta tanto: Qui cum verbumnon offendi, eius est perfectus vir . El que no ofende con la palabra es un hombre perfecto y yo de perfecto no tengo nada. Ja t’ho dic ara.
Yo prefiero el animus negociandi que presupone buena fe y generosidad por ambas partes y es por eso que, desde mi punto de vista, considero inaceptable la oferta de 24 días por año trabajado (considerando que 20 los paga el FOGASA) por 12 meses y sin una garantía. ¿Qué seguridad tenemos de que el plan de (in) viabilidad surta el efecto deseado y no dejemos de cobrar nuestro dinero? ¿Mira usted y sus clientes las noticias? ¿No ven cómo va la economía de nuestro país?
A diferencia de muchos de mis compañeros yo no culpabilizo a los administradores de MC Ediciones de la situación a la que hemos llegado. Basta echar una ojeada a los números para darse cuenta que la falta de crédito y el descenso de la publicidad son los responsables. Si alguna culpa tienen, y mucha, es de no gestionar adecuadamente la crisis... de falta de transparencia y comunicación con los directores, de interponer abogados a la primera de cambio... me paro, me paro, que al final voy a sufrir la incontinencia verbal de la que me acusó el otro día.
Ustedes sigan buscando “redes de espionaje” donde no las hay. Nosotros, por el momento, nos reuniremos en asamblea a las 2 de la tarde con nuestros abogados para ver si merece la pena seguir asistiendo a reuniones o sugerir la liquidación por falta de una garantía para nuestras indemnizaciones pues visto como está el tema ya conoce el dicho: “para lo que me queda en el convento...”

No hay comentarios:

Publicar un comentario